Miércoles
14 de febrero de 2018
El raid delictivo que los llamados “boqueteros” vienen
realizando desde los últimos días ahora sumó un nuevo damnificado: el propietario de una distribuidora de
fiambres y productos alimenticios, en cuyo depósito ubicado en la zona
portuaria ingresaron para alzarse con una importante suma de dinero.
Este nuevo hecho ocurrió en la madrugada de este martes en calle 55 al 900 entre 24 y 26, con
idéntica metodología de los que ocurrieron en el transcurso del fin de semana
largo.
El propietario de la distribuidora, Gustavo González, no ocultó sus sentimientos de bronca e impotencia en
el momento de narrar lo sucedido.
Contó que llegaron a la propiedad por viviendas lindantes,
a las que tuvieron que escalar para
ganar altura, circunstancia por la que accedieron
a los techos del depósito, lugar donde hicieron
un agujero que les permitió el ingreso a la planta alta de las
instalaciones.
La abertura
coincidía con el lugar en el que se encuentra la central de alarma, dispositivo que de inmediato
fue neutralizado como así también el
sistema eléctrico de una cortina metálica de acceso al depósito.
González relató que fueron directamente hasta un lugar específico donde guardaba una importante suma de dinero de la que se apoderaron,
declinando de brindar mayores datos en cuanto a la cantidad y la moneda de
denominación. De manera muy breve sostuvo: “sólo
muy pocas personas sabíamos el lugar”; comentario que para la investigación
policial ahora abre más de una especulación.
El amplio lugar, a excepción de una pequeña oficina
ubicada en la parte superior que evidenciaba el paso de los delincuentes, se encontraba
en orden y no se contabilizó otra
faltante que la sustracción de dinero.
Ni bien lograron hacerse de todo el botín, se retiraron por el mismo lugar que habían
ingresado, desconociéndose si lo hicieron luego de atravesar el trayecto
que separa el portón de la calle con la entrada al depósito, o bien por las
edificaciones linderas; de una u otra manera ningún vecino observó movimientos de personas extraños o escuchó ruidos
que llamaran la atención.
Una pareja de peritos de Policía Científica se ocupó de
tomar fotografías y efectuar mediaciones entre otras tareas propias en este
tipo de robos.